Quizás algún día lo soñé, no lo recuerdo. Que la calle por dónde camino: pie izquierdo, pie derecho, pie izquierdo, pie derecho; y el hemisferio con el que pienso: hemisferio derecho, descarga eléctrica, hemisferio izquierdo, descarga eléctrica: por fin empiezan a coincidir.
Que anoche, cuando me quitaba las lentillas, las bañé con un bote de Farmacity; que cuando terminamos la paella, mi abuela masticó el último alfajor. (Yo la miraba, ella ni se podía imaginar lo que escondían esos bocados). Que cuando me fui a dormir el tú en el que pienso ya no es arbitrario.
Yo nunca creí en la alineación de los astros, quizás sea un buen momento para empezar a creer en la alineación de los productos. Cruzo los dedos.
06 mayo, 2007
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1 comentario:
Así es como surgen los verdaderos eclipses.
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