07 junio, 2007

(Ir)racional?

Nos creemos libres. je. Instituciones y convenciones sociales a un lado; hoy he llegado a la conclusión de que lo que más limita nuestra libertad es nuestro pensamiento. Está formado por dicotomías de las que es imposible escapar. La más dura, por mi parte, es la que opone lo racional a lo irracional.

Somos racionales en el estudio y en el trabajo. Solicitamos una hipoteca racionalmente, de la misma manera elegís el colegio de vuestros hijos. Lo irracional, en cambio, se limita al terreno emocional; los más racionales se permiten no serlo en materia "carnal".

Nadie escapa a esta oposición por más sofisticado que sea su pensamiento, de lo contrario nadie se sorprendería de que un profesor de literatura se entusiasme con el Quijote y represente una escena de caballería en la que el boli es la lanza. Si no tuviéramos esta dicotomía tan arraigada, no seríamos capaces de disfrutar de metáforas como racionalizo hasta la curva de mis uñas, o mi corazón está cerrado por derribo*.

La razón de la supremacía del inglés sobre el español es meramente política; no sé de qué caracter es la razón por la que se nos inserta esa dualidad pero me fastidia pensar que sea una que tenga tan poco que ver con el pensamiento (vida) como la política con la lengua.



*Gracias a Leticia M. y a J. Sabina por sus metáforas desautomatizadoras.

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